En términos de poder calorífico y riqueza aromatíca, los mejores tipos de leña son el roble y la haya. ¡Nunca uses maderas blandas y resinosas que se queman muy rápidamente y dejan depósitos de hollín y creosota en las paredes de la chimenea!
Para más información, lee el artículo de nuestro blog sobre la elección del tipo de leña con el mejor poder calorífico.